Frases célebres y versos varios

  • “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. (Martin Luther King, Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, 1963 )
  • Mister T: "Qué aceitoso está el aceite!"; "Uso los brazos de hilo dental"
  • "Es una vergüenza mandar callar a un necio, pero más lo es dejarle seguir hablando." (Benjamin Franklin)
  • "En mi vida he trabajado más que el ganso que pone sus huevos en lo alto del alcornoque..." (Jogen Hasler) [no es mi caso, vale :P ]
  • "La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días" (Benjamin Franklin)

jueves, 2 de enero de 2014

Un robado

"No supe quererte mejor, 
pero te quise más, 
y desmesurado. 
No fui correcto en las formas, 
pero tuve el orgullo 
y placer de desobedecerte 
cada vez que me pedías 
que me alejara de ti. 
Me hice radical y vibrante, 
me comí la pena en tus bragas 
y me rasuré el pubis 
para que quererte no te raspara tanto. 
Fui doloroso hasta el éxtasis, 
y cuando por fin colgabas las botas 
y te anclabas como un sedal en mi cuello, 
te recité de la A a la Z 
la erótica de nuestras memorias, 
que es como la retórica en la poesía 
pero con mucha güasa y poca ropa. 
Porque no recuerdo nada antes de ti. 
Después, por supuesto, sólo estás tú.

No te supe querer bien, 
pero lo hice hasta el extremo, 
dramatizando todos mis gestos 
y fingiendo las sonrisas necesarias 
para despedazar indecoroso
cualquier ínfimo atisbo de tristeza. 

Yo no te quería perfecta; 
buscaba un amor ordinario 
con el que sentirme henchido 
y dolorido al terminar el día 
y apagar la última lámpara de mi cuarto. 
Quería una fútil redención 
a este cuerpo marchito y baldío 
en el que sólo los despojos de tus besos 
podían arrancar un pedazo de mi terca vida.

Porque, cariño, ambos sabíamos 
que yo valía la pena 
cuando tú me deshojabas 
entre la cama y la almohada. 
Mi valor de bellota fina y derrotada 
sobre la suerte de tus dientes 
se volvía frágil y felina 
al introducirse en tu garganta.

No te supe querer con honradez. 
Te hice el propósito de mi vida 
y te arrojé a todos los tejados 
como un gato escogiendo casa.

Qué estúpido. 
La casa eras tú. 
He necesitado siete vidas 
para entenderlo."

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